viernes, 20 de enero de 2017

Se podía perder. No se debíó perder


Era un partido que se podía perder y que nunca se debió perder. El PGSport Maxi cayó ante Umbrete en un partido frío que dominó durante tres cuartos pero que terminó perdiendo por un cúmulo de errores propios. Ir a esos campos sin entrenador es jugar con fuego, y ayer a 5 grados, se acabaron quemando. El PGSport Maxi se queda casi sin margen de error con tan solo cuatro jornadas disputadas. Es verdad que se ha jugado contra los equipos contra los que se cosecharon las derrotas la temporada pasada, pero o a partir de ahora se ponen las pilas, no no será una temporada exitosa.
Rival fuerte, campo bonito, frío importante y convocatoria numerosa. Con esos mimbres acometía el conjunto panadero su visita a las instalaciones de Umbrete, con ganas de continuar ganando. El calentamiento fue mejor que en el partido frente a Valme, pero no lo suficiente porque los notitas salieron fríos. Aún así, ambos equipos mantenían ligeras ventajas en el marcador. Dos rápidas faltas de Kevin Love mandaban al hispano-canadiense al banquillo antes de tiempo, A pesar de eso, los alcalareños terminaban el primer cuarto por delante en el marcador.
En el segundo la tónica fue muy parecida. Ligeras ventajas del PGSport que daba la sensación de que podía despegarse en cualquier momento... Pero no sucedía. La entrada de los cambios no hizo cambiar la tónica general del partido.
El segundo tiempo se inició con susto. Mena no se encontraba bien y se tuvo que quedar en el banquillo. Eso descentró un poco a los notitas, más pendientes de su compañero que de atacar con precisión la zona que dispusieron los umbreteños. Ahí comenzó el problema. Los tiros siguen sin entrar como debieran y las pérdidas aparecieron. así, el equipo local comenzó a ponerse en algunos momentos por delante en el marcador, aunque con pequeñas diferencias.
Y llegamos al último cuarto. Mena se había recuperado y Umbrete había vuelto a la defensa a hombre después de un par de triples tela de guapos. Y se apagó la luz. Más de 5 minutos sin anotar un punto en el último cuarto en un partido igualado condena a cualquiera, por muy pocas canastas que meta el rival. Cuando se intentó la reacción era tarde. Umbrete supo controlar el tempo de los minutos finales, sin cronómetro y cuando fueron a la linea de tiro libre metieron todos los tiros, lo que hizo imposible remontar.
Al final, derrota en un partido que a poco que estuviese Manolo De Pablos y hubiese dado algunas indicaciones, habría conseguido sacar provecho de las carencias rivales y poner tierra en el marcador mucho antes de que llegara el último y fatídico cuarto.
Ahora toca pensar en el próximo partido. Hay que ganarlos todos. Hay calidad y sensación de que los rivales son asequibles. Pero no hay margen de despiste.
Hoy no se hace la esperada sección de "así jugaron" porque no tengo ganas, vaya. Pero que si alguien quiere... Yo corto y pego jejejeje

Por las fotos, el bar de Umbrete era mejor que el Simon´s. 



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